La felicidad puede ser muy esquiva. La mayoría de personas que me consultan tienen un problema que requiere ayuda. Por consiguiente, es improbable que sean felices. Sin embargo, con seguridad ya han tenido períodos de mucha felicidad en el pasado, y tendrán más en el futuro.

El consejo más sabio y profundo que me han dado acerca de la felicidad dice: "si quiere ser feliz, sea feliz". Es tan simple, y tan difícil, como eso.

Algunas personas están felices la mayor parte del tiempo, sin importar lo que les suceda, y otras parecen disfrutar sumergirse en la tristeza. Es posible determinar estas personas observando las manos.

Para la felicidad, miro primero la anchura de la mano y la calidad de la línea de la vida. Ambos rasgos están relacionados con los niveles de energía de la persona. Si la mano es ancha y tiene una línea de la vida bien marcada que llega bien hasta el centro de la mano, sé que la persona tiene la capacidad para una gran felicidad.

Luego examino la línea de la cabeza para ver si la persona está usando la inteligencia que le fue dada al nacer. Quienes tienen mentes inquisitivas también poseen el potencial para una gran felicidad, porque siempre están aprendiendo, y la vida es un proceso de descubrimiento.

También examino el pulgar para determinar la fuerza de-voluntad y la lógica. Como ya sabe, en la quiromancia siempre buscamos el equilibrio y necesitamos que las dos falanges superiores del pulgar tengan casi la misma longitud. Sin embargo, las personas más felices tienen una falange media (lógica) que es un poco más larga que la ungular (fuerza de voluntad). Quienes tienen abundancia de lógica disfrutan pensar en diferentes asuntos. No se ven impulsados a hacer las cosas como alguien que tienen más fuerza de voluntad que lógica. Como resultado, y en forma general, son felices.

Las personas que permanecen tensas y nerviosas tienen menos probabilidad de ser felices que las calmadas y apacibles. Por lo tanto, aquellos con pocas líneas en las manos generalmente son más felices que las personas con toda una red de vagas líneas de tensión.

Finalmente, busco pequeñas marcas tales como cuadrados, triángulos y rejas. Éstas tienen el potencial de alterar lo que de otra manera parecería ser una mano feliz. Mi deseo es que la persona tenga más indicaciones positivas que negativas. Durante el transcurso de la lectura siempre espero cubrir los significados de las diferentes marcas y, si es necesario, sugiero cuáles deberían ser tenidas más en cuenta para lograr mayor felicidad en la vida del consultante.

Las personas no me preguntan muy a menudo acerca de la felicidad. Ellos se interesan más en la dirección de sus vidas sentimentales, carreras y situación económica. Lina vez que el área de inquietud ha sido rectificada, es probable que el individuo quede satisfecho. Sin embargo, la alegría no es un sentimiento tan fuerte como la felicidad.

Algunas manos son felices por naturaleza, mientras otras no lo son. La mayoría de personas tiene manos que están en un punto intermedio. Alguien con mucha vitalidad, una mente inquisitiva y pocas marcas negativas, es probable que sea positivo y feliz. A la inversa, alguien tenso, con poca energía y una variedad de marcas negativas, es igualmente probable que sea infeliz.

Todos tenemos el poder de cambiar. Este cambio debe venir del interior, y requiere mucho tiempo y esfuerzo. Sin embargo, las recompensas pueden ser maravillosas.

Uno de los aspectos más satisfactorios al leer las palmas de las manos, es ver cómo las sugerencias positivas han sido aceptadas y aplicadas por los consultantes, y luego se hacen visibles en sus manos.